ACOPLE CORRECTO
Quien amamanta:
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Postura confortable, con la espalda bien apoyada.
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Libre de dolor: La lactancia no debe causar molestias, si ocurren es clave revisar el acople, por lo que es recomendable consultar con una puericultora.
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Activación del reflejo de búsqueda: Toque suavemente con el pezón en el labio superior o base de la nariz del bebé para que el bebé abra su boca espontáneamente y logre acoplarse correctamente. Importante: acercar al bebé al pecho (no el pecho al bebé).
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Bebé:
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Alineamiento corporal: Cuerpo recto, en contacto piel con piel con quien lo amamanta, facilitando la conexión y el confort.
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Altura óptima: A la misma altura del pecho (evitar posiciones bajas que tensionen el agarre).
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Sostén continente: Brazos, piernas y espalda del bebé apoyados (sin que las extremidades cuelguen), ya sea en brazos, almohadón o superficie firme.
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Boca y labios:
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Boca bien abierta (como un bostezo), labios evertidos (hacia afuera, como "de beso").
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Nariz y mentón en contacto sutil con el pecho (sin hundirse; se logra reclinando levemente el cuerpo adulto hacia atrás).
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Señales de que el acople es correcto:
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Mejillas redondeadas (sin hoyuelos ni contracciones).
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Ausencia de chasquidos o movimientos bruscos (indicarían succión ineficiente).
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Oreja con leve movimiento al succionar.
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Deglución audible o visible
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Importante:
Si el agarre duele, la prendida no es correcta.
El dolor es una señal clave de que algo no está funcionando como debería:
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No estimula adecuadamente el pezón → afecta la producción de leche.
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No tiene sentido "aguantarse" → puede generar grietas, inflamación o baja producción.
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Tener en cuenta:
El uso de pezoneras sin la indicación y/o guía de un profesional puede tener ciertos riesgos, ya que están indicadas únicamente para situaciones muy específicas que debe evaluar una puericultora o especialista. Cuando se utilizan sin supervisión, frecuentemente se colocan incorrectamente, lo que en lugar de aliviar puede provocar grietas o empeorar las prendidas. Además, su uso inadecuado puede reducir la estimulación efectiva del pezón, afectando la producción láctea, y puede enmascarar problemas de base como frenillos linguales o malas posiciones que requieren atención específica. Es crucial entender que las pezoneras son un recurso temporal, no una solución permanente, y que su implementación debe ir siempre acompañada de asesoramiento profesional para asegurar una técnica correcta y monitorear el progreso hacia una lactancia sin apoyos artificiales. Ante cualquier dificultad, consultar con una puericultora es probable que permita encontrar la raíz del problema y establecer estrategias adecuadas, ya que la lactancia no debería ser dolorosa ni requerir sufrimiento. La intervención oportuna hace la diferencia entre una experiencia frustrante y un amamantamiento pleno y satisfactorio.
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Recordatorio:​
La lactancia es un aprendizaje que requiere tiempo y paciencia. Es frecuente que surjan dificultades en las primeras prendidas, por eso la consulta prenatal con una puericultora puede ser de gran ayuda para prepararse y recibir orientación anticipada. Sin embargo, incluso con esa preparación, es normal que al principio cueste: la díada necesita adaptarse, conocerse mutuamente y encontrar su ritmo. Recordemos que el cuerpo está diseñado anatómica y fisiológicamente para amamantar, y aunque al comienzo pueda parecer abrumador tanta información sobre posiciones y agarres, con práctica y confianza, poco a poco se integra ese conocimiento.
En momentos de frustración o cansancio, puede ser útil repetir ese mantra sanador: "Mi cuerpo sabe", porque en verdad lo sabe. Pero también es importante reconocer cuándo pedir ayuda: si hay dolor, grietas o dudas persistentes, consultar a una puericultora puede marcar la diferencia, ya que muchas dificultades tienen solución y permiten lograr una lactancia plena y sin dolor.
No están solxs en este camino. Confíen en su instinto, en su capacidad y en el proceso. Con calma, apoyo y la información adecuada, irán encontrando su propia manera de amamantar. Les mando un abrazo enorme y toda la fuerza del mundo. 💛
Y recuerden: pedir ayuda no es rendirse, es cuidarse.
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Con amor, Delfi🌸
Puericultora y Doula-


